Pero ya mucho antes había pasión por este deporte. Cuando Nieto aún era pequeño, su ídolo y el número uno de todo el motociclismo español era un sabadellense de 23 años piloto de Bultaco, Ramón Torras.
Comarruga acogió en los primeros años 60 el "Circuito Brisamar", un circuíto absurdo y peligrosísimo por las calles más anchas del barrio. Torras corrió improvisadamente en la última carrera, en un día de 1965 raro y gris en que nada sucedió como debería, todo se torció y un trágico accidente le segó la vida al joven ídolo nacional.
Salió en todos los periódicos y noticiarios, deportivos o no. ¡Imaginaos! Hoy sería una tristísima pero muy impactante noticia que el mejor piloto de motos de España sufriese un accidente aquí, ya no digamos que le costase la vida. Se convertiría en un drama nacional.
Pues Comarruga fue ese negro y trágico lugar.
Para bien o para mal, los años han traído el olvido, como en tantas otras cosas.
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